lunes, octubre 23, 2006

Incendio

Si es muy tarde y todavía estoy despierto
cada vez que suena una sirena
me parece que son los bomberos

Un poco para dejar de pensar
que si sigo fumando me puedo morir
cualquier día,
escucho como se acerca la sirena
como esperando que se acerque
que el incendio sea acá nomás
en la otra cuadra
en la esquina
en la casa de enfrente

Que las puertas y los muebles
y las cortinas se quemen
que las llamas sean tan fuertes
que se sienta el calor
y los gritos de esa pobre gente

Que una columna de humo negro
suba hasta el cielo
donde los vientos cruzados
la dispersen
Que los bomberos lleguen
finalmente
para regar el incendio
inútilmente

Y que así
con tanto ruido y humo y fuego
con tanta corrida
y desesperación
y muerte
en medio de la noche
todos se despierten

5 comentarios:

Anónimo dijo...

che, os, me impresiona:
tengo un texto fundamental, o fundacional o como se llame eso que va al principio y deja huella, que es muy parecido a esto que escribiste.

nt

Oz dijo...

esta poesía es la primera de la serie que te comenté ayer *La vida feliz del no-fumador*

tentorí dijo...

que se venga el futuro, pues, pero no cantando ni de todo el mundo

(o que se vengue)

paula p dijo...

me gusta



ahhhhhhhh
cata natali, justo..

Oz dijo...

gracias pau. espero que el año entrante seas de la partida del mantis.
al menos como público che.